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Cuidado de tus zapatos

MANTENIMIENTO MÍNIMO PARA LA DURABILIDAD DE LOS ZAPATOS

Lo importante es el cuidado
Para prolongar la durabilidad y evitar que se rompan y pierdan su aspecto los zapatos de cuero deben ser mantenidos adecuadamente, aquí tienes algunas recomendaciones:
Mantenimiento Regular
Limpia y acondiciona regularmente el cuero con productos adecuados para mantenerlo suave y flexible, como pomada o crema incolora,o bien con pomada de color. Esto ayuda a prevenir que se seque y se agriete.
Impermeabilización
Aplica un spray impermeabilizante para proteger el cuero contra la humedad y la lluvia, lo que puede debilitarlo y causar daños.
Rotación de Calzado
Alterna el uso de tus zapatos de cuero con otros pares para evitar un desgaste excesivo y permitir que el cuero respire entre usos.
Almacenamiento Adecuado

Guarda tus zapatos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y la humedad excesiva. Utiliza hormas para mantener su forma y evitar pliegues o deformaciones.

Protección en el Uso

Evita caminar sobre superficies ásperas o irregulares que puedan dañar la suela o el cuero. También considera el uso de protectores de suela para prolongar la vida útil de tus zapatos. Un zapato nunca debe quitarse frotándolo con el otro pie; deben retirarse con las manos. Nunca debe ponerse y sacarse sin desprender.

Reparaciones Prontas

Atiende cualquier pequeño problema o desgaste en tus zapatos de cuero de inmediato antes de que se convierta en un problema mayor. Esto puede incluir reemplazo de tacones, reparación de costuras sueltas o reacondicionamiento del cuero.

CAUSAS DEL DAÑO EN EL CALZADO DE CUERO

Existen varios motivos por los cuales se puede dañar un calzado de cuero, entre ellos:
Desgaste Normal

El uso regular del calzado, especialmente en condiciones adversas como terrenos ásperos o climas húmedos, puede causar desgaste gradual en el cuero y otros materiales. Este desgaste no necesariamente indica una falta de calidad en el calzado, sino que es parte del proceso normal de uso.

Humedad
La exposición prolongada a la humedad, ya sea por lluvia, nieve o contacto directo con agua, puede debilitar el cuero y provocar manchas, decoloración o deformación.
Falta de Cuidado
La falta de mantenimiento adecuado, como la limpieza regular y la aplicación de acondicionadores de cuero, puede hacer que el cuero se seque, se agriete y pierda su flexibilidad natural.
Productos Químicos

El contacto con productos químicos agresivos, como solventes, limpiadores fuertes o productos para el cuidado del cuero inapropiados, puede dañar irreversiblemente el cuero y otros materiales del calzado.

Uso Excesivo

El uso constante y prolongado de un par de zapatos de cuero sin rotación puede causar un desgaste desigual y acelerar su deterioro.

No es recomendable usar el mismo par de zapatos todos los días, es necesario que respire, se airee y recupere la forma (esto es por el bien de tus pies, tu columna, y por el bien del zapato). El zapato debe secarse, y volver a su forma. Su uso constante y continuo sin descanso los va venciendo y cambia la postura. En ocasiones hasta que el zapato toma la forma del pie pueden hacerte rozaduras.

Fricción y Rozamiento

Caminar sobre superficies ásperas, arrastrar los pies o usar zapatos que no se ajustan correctamente pueden causar fricción excesiva y dañar el cuero, especialmente en áreas como los talones y los dedos. Conducir en auto puede provocar un desgaste en la zona trasera.

Los zapatos no deben ponerse y sacarse sin desatarlos.

Almacenamiento Inadecuado

Guardar los zapatos en lugares con poca ventilación, humedad, exposición a la luz solar directa o en contacto con otras superficies ásperas puede provocar deformaciones, decoloración y daños en el cuero. En Chérie te entregamos los zapatos con sus rellenos de papel para que no se deformen, te recomendamos guardarlos con estos rellenos.